Thursday, September 20, 2007

32 años y seguimos pasteleando.

Definitivamente debe haber una enciclopedia que indique como pastelearse, yo naci con ella ya en mi ADN... es impresionante lo pastela que soy, y sin proponermelo!!! es casi natural.
En fin, además de pastela , soy imán de pasteles, tengo un ojo y olfato afinado sólo para detectar pasteles y meterme con pasteles... ni explico con cada pastel que me he encontrado pero ya la gota que revalsó el vaso es sentirme como tarada despues de pastelearme de nuevo.
Historia de un eterno pastelear, así se llamará mi libro ya que todavía me falta el árbol y el hijo.
Increible, encuentro increible que todavía existan personas con hartos años encima y se comporten como de 20, exponiendo conquistas y riendose de estas.
Este cumpleaños fue fuerte, en todo sentido, experiencias fuertes que hacen temblar el suelo y ponerte a pensar... estará bien lo que estoy haciendo? Cuantos sueños he cumplido hasta hoy? Tengo sueños?? Que he hecho para realizarlos??
Tantas preguntas que tengo en mi cabeza y me engrupo sola para contestarlas.
Arrendar un depto. sola igual es fuerte como que recién me di cuenta de lo que estoy haciendo de que estoy caminado ha hacerme grande.
Tengo ganas de establecerme, como dios manda, onda familia... estará raro¿? me habrá llegado la cordura de repente?? o el viejazo??
tanta pregunta me aturde, es decir, me aturdo sola.

1 comment:

Juanita Tornazol said...

Hay hermanos de sangre, medios hermanos, amigos como hermanos y hermanos de pasteleo. Ya que haces referencia al adn, creo que tenemos la misma tendencia a meter la pata y peor que eso a revolcarnos en la culpa post "pasteleo",ejercicio completamnete inservible, porque antes de enterarnos ya estamos con la crema hasta las orejas otra vez. Al parecer la edad no tiene nada que ver con esto, hay pasteles de 5 y de 80 compartiendo la citada dinámica. Habrá que aprender a vivir con el pastelismo dentro, o nos hacemos magister en el pastelismo mismo o nos volvemos diabéticas a cagar. Mal que mal el adn no se puede cambiar. Que te puedo decir, lo comío y lo bailao no nos lo quita nadie. Hasta la próxima hermana.
Juanita Tornazol